D&F quisieron una ceremonia religiosa musulmana en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Una vista impresionante a la Alhambra como fondo para la ceremonia fue acompañada por una decoración romántica y con un toque moderno.

Cada detalle recordaba la presencia árabe que Granada tuvo por muchos siglos, pero también era un guiño a los orígenes de la pareja.

Todo fue pensado para crear un ambiente único y especial, desde la música hasta la decoración floral.

Un precioso cuadro de la artista local Walada daba la bienvenida a los invitados.

Y como regalo para cada asistente, un plato de cerámica pintado a mano por Graciela Amor al Plato.

La paleta de colores elegida por la pareja era en tonos muy delicados como el rosa claro y el blanco roto.

Alejandra Romero Floral Studio creó un ramo espectacular con forma desestructurada y flores románticas y elegantes como las rosas inglesas y las orquídeas.

Un estilo muy delicado y romántico se mezclaba con elementos más modernos como las estructuras y las sillas en color dorado.

En la fachada del palacio, una impresionante iluminación y una preciosa mesa imperial recibían a los invitados para disfrutar de una velada acompañados por el dulce sonido del laúd.

Una boda donde la cultura árabe y la local fueron la perfecta mezcla para crear un ambiente único y una experiencia inolvidable para los novios y sus invitados.

Y para poner el broche final, al día siguiente la pareja tuvo su sesión de fotos entre los hermosos palacios de la Alhambra, el lugar más emblemático de Andalucía.